Dicen los armenios que cuando alguien escucha un duduk ya no olvida jamás la extraordinaria melancolía de su timbre. El maestro por antonomasia de esta especie de oboe ancestral, Djivan Gasparyan, se encargará de extender la fascinación por un sonido con 3.500 años de antigüedad
En realidad Gasparyan y el instrumento nacional armenio eran perfectos desconocidos hasta el terremoto que asoló aquel país en 1989. Conmovido, Djivan escribió una obra inmensamente triste, I will not be sad in this world, que llegó a oídos de Brian Eno. A partir de entonces los gemidos de su instrumento han conocido una extraordinaria alianza con el guitarrista canadiense Michael Brook (Black rock, 1998) y se han dejado oír en las bandas sonoras de Gladiator, La casa Rusia, El cuervo y hasta en el todavía último álbum de los gallegos Berrogüetto, Hepta.
El duduk es una caña de madera de albaricoque que se construye en tres tamaños distintos (28, 33 y 40 centímetros), presenta ocho o nueve agujeros y precisa de una lengüeta doble. Su aspecto tosco esconde un sonido nasal, cálido y nostálgico, ideal para interpretaciones de aire muy solemne. "Es la voz misma de la espiritualidad", explica Gasparyan desde su villa natal, Solag, a pocos kilómetros de la capital (Yerevan). Y apunta: "Mi pueblo acumula episodios históricos a menudo amargos, y el duduk es una expresión de todo ese dolor".
INFO
1. Armenian Suite - Djivan Gasparyan & Ensemble
2. Kamantcha Blues
3. Armenian Romances
4. Lyric Melodies & Dances for Women
Djivan Gasparyan & Ensemble-Armenian Fantasies
Hace un año que visito este blog y es uno de los mejores en su tipo en idioma español. Felicitaciones
ResponderEliminarmuchas gracias por las alabanzas.
ResponderEliminarestamos abiertos a tu participación, así que si quieres compartir con el resto de los miembros lo recibiremos con mucho gusto.
un saludo.