CESAR PRIETO
Acababan de estrenarse apenas los años 80 y ya corrían por San Sebastián bandas que daban color pop a la ciudad. A esta distancia, la explosión de esta música en una ciudad que había estado monopolizada por el rock radical parece haberse iniciado con Aventuras de Kirlian y lo que ha posteriori ha venido a llamarse "Donosti Sound". Nada más lejos de la verdad. El rock radical sólo vino a ocupar un paréntesis momentáneo en la aventura musical donostiarra, que ha terminado por imponerse como el bastión de un pop evanescente, melancólico y preciosista, aunque a veces la luminosidad de sus canciones despeje un tanto las tormentas y las nubes.
Vistas así las cosas merece la pena a la hora de plantearse una historia musical de la ciudad volver la vista atrás y recordar esa breve época, apenas un par o tres de años, que sentó las bases para todo lo que iba a venir después. El aglutinante de todas estas aventuras, sin lugar a dudas, fue un promotor local, Santiago Ugarte, que tuvo la valentía de desarrollar una discográfica independiente incluso antes de que en Madrid se desarrollaran las que dieron lugar a la "movida", ya muerta cuando se etiquetó..
Recogió en ella a grupos como Mogollón, UHF o el que nos ocupa en el artículo. Sin embargo la escena no se reducía a estos tres casos aislados, prueba de ello la tenemos en el recopilatorio "Gipuzkoa Star 82", editado por la Diputación Foral de Vizcaya. Si por un casual algún lector lo encuentra le aconsejo que no lo deje escapar. En él aparece con toda su vitalidad la explosión colorista y llena de espontaneidad de esos años. Se entretendrá con los citados Mogollón a ritmo de ska.
Pues bien, en todo este magma de cromatismo musical la banda que más destacó y la más olvidada hoy en día fue Puskarra. Tanto es así, que fueron los únicos captados por una multinacional, EMI, que les editó su único LP, con una producción más que desafortunada, todo hay que decirlo. Poco antes de que se publique el primer disco, un maxi de cuatro temas, ya llegan noticias al ambiente musical madrileño de la aparición de un grupo con toques mods, pero desafortunadamente no llegan a convencer al Zurdo, que es quien los incluye en su libro "Música Moderna": "Surgidos de la escisión de dos ex-Mondragón. Van de pop y ska y pretenden ser los mods de la zona con títulos como "La chica de la vespa". Su manager es el antiguo de la Mondragón y son los que poseen un mayor apoyo, más pasta y forman un mundo aparte del resto".
Aparte de que para evaluar la calidad de la música no es factor esencial calibrar los apoyos que recibe un grupo, es evidente que el mundo que pisaban -El Autódromo, Shanti R Pero nos queda el consuelo de su primer maxi. La portada está disponible en varios colores y en la contraportada se veía a los cinco sonrientes, paseando por la Concha. Dentro, en un encarte, aparecía un recortable con una ilustración para cada una de las cuatro canciones. La que abre el disco es un verdadero himno, "San Sebastián", un canto de amor a su ciudad Una excelente canción que peca como único defecto de una letra quizás poco trabajada, a veces con pasajes sonrojantes que no desentonarían en una folclórica (Perla/luce peninsular/tu barandilla universal) pero con unos coros que rescatan todo lo bonito de los sesenta y una música directa y sin contemplaciones.
La segunda canción, "La llave" es seguramente la mejor que grabaron. Su claridad y su melodía tienen un cierto regusto a La Buena Vida y no se haría extraña en boca de Irantzu, incluso tratan el tema marino que a veces se hace presente en los grupos del San Sebastián de los 90. Con la tercera canción, "Made in Japan" inician un tema que después va a ser muy caro a la élite musical madrileña, con un tono más siniestro y un ritmo que intenta imitar el de la música oriental de la que habla la letra. Se cierra todo con "Nueva York", otra de las ciudades totémicas del periodo y su canción más negroide. Es la única que recuperaran para el LP. El disco tuvo escasa repercusión, pero por lo menos sirvió para que la EMI se fijara en ellos y les fichara.
El LP -"Mundo Moderno" aparece en 1983, dos años más tarde, y está envuelto en una portada mondrianesca. Aunque también está producido por Santi Ugarte, no parece el mismo grupo. Es algo más skatalitico pero pierden toda la excitación, olvidan su pasado mod y está lleno de concesiones a lo más hortera de la época, a esas bases saturadas de sintetizadores. Hay algún manifiesto de los nuevos tiempos ("1980", la que da título al disco o la recuperada "Nueva York"), toques exóticos ("África" o "Boris"), cuando ellos lo que bordaban eran las canciones sobre su ciudad, melodías cinematográficas como la de "Humphry", una historia de detectives al estilo de "Perlas ensangrentadas" y toques de baile popular en "Héroes o locos".
Las dos mejores canciones son "Alta Fidelidad" que, aunque parece casi de Olé Olé o de video, conserva una melodía muy agradable y es de las que más se dejan escuchar, y "La Radio", que pide a gritos un arreglo más guitarrero y es la más atenta a sus inicios mods, lo cual, para el que la escuche ahora puede dar idea de como pierde fuelle un grupo.
Del disco se extrajeron dos singles, y con ellos se acabó la historia. El disco no respondió a las expectativas y tampoco tuvo la promoción que necesitaba. La mala suerte y el despiste a la hora de pulir el trabajo acabaron con el grupo. Pero por lo menos le habían dado color y alegría a su ciudad durante dos buenos añitos. Aún tendríamos que esperar casi diez, para que volviera a explotar el buen pop en ella.
1 · Africa
2 · Amigo azul
3 · 1980
4 · Humprey
5 · Mundo Moderno
6 · Nueva york
7 · Heroe de la alta fidelidad
8 · Boris
9 · La radio
10 ·Heroes o Locos
Puskarra - mundo moderno
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