Cuando se escribe la crítica de un recopilatorio o de la reedición de un álbum con temas que fueron grabados varias décadas antes, se ha convertido en un lugar común formular afirmaciones del tipo ‘no han envejecido nada’, ‘no han perdido nada de vigencia’, ‘siguen sonando frescos’..., entre otras perlas similares. Como ocurre con todos los tópicos periodísticos, de tanto repetirse han perdido casi todo su sentido, de modo que, cuando un lector se los encuentra, ya no les presta atención, no surten el efecto deseado. El problema de esto es que cuando uno escucha una edición en la que, en efecto, la música ha pasado muy bien la prueba del tiempo, ya no hay forma de comunicárselo al lector. Como estaréis imaginando, sagaces melómanos, y dado que Ibérico Jazz propone una selección con temas grabados entre 1967 y 1977, lo primero que me gustaría afirmar es el famoso ‘no han evejecido nada’. Pero claro, estaría siendo un crítico poco imaginativo y, peor todavía, uno bastante malo, porque muchas de las piezas que aquí se escuchan sí acusan el paso del tiempo. Es una gran edición precisamente por lo bien que les ha sentado envejecer.
Algunas piezas muestran arrugas, pero son arrugas bellas, como las de un rostro naturalmente envejecido. Son arrugas que les confieren un encanto y respetabilidad añadida, como a las personas mayores que ganan experiencia con los años. Esos temas están firmados por conjuntos en los que todavía se aprecia su origen de salón de fiestas, que incorporan influencias jazzísticas partiendo de la mal llamada canción ligera, o lounge, o easy listening, como más os guste. Otras piezas, en cambio, no están tan marcadas por la etiqueta años 60, aunque también en esas sea evidente el paso del tiempo. Pero no importa nada, eso no impide disfrutar con el talento y atrevimiento de unos conjuntos que se alejaron de las tendencias más comerciales para crear una música más universal y, pese a que contradiga parcialmente lo dicho anteriormente, atemporal. Figuran piezas festivas, irrechazables invitaciones al baile (A.B.V.) y hasta una que, de ser descubierta por Tarantino, acabaría en una de sus bandas sonoras (Opaco). Pero lo esencial es que todas son interesantes, o aventuradas, o brillantes ejerciciones de composición, o muestran ejecuciones virtuosas, o asombrosas conjunciones, o varios de esos elementos, o incluso todos en los casos excepcionales. Cuesta creer que una música así permaneciese en una oscuridad casi total durante cuatro décadas.
http://www.elojocritico.net/index.php?option=com_content&task=view&id=736&Itemid=36
http://distritojazz.blogspot.com/2009/02/iberico-jazz-las-producciones-de.html
http://lnx.indajaus.com/acidjazzhispano/content-599.html

1. Ibérico Jazz. Quinteto Montelirio.
2. Opaco. Quinteto Montelirio.
3. Tom jazz. Conjunto Estif.
4. Trompeta loca. Conjunto Estif.
5. Módulo jazz. Toldos Y Su Grupo.
6. Nocturno jazz. Toldos Y Su Grupo.
7. Jazz progresivo. Conjunto Segali.
8. Jazz a las tres. Conjunto Segali.
9. Improvisando. Quinteto Diamont.
10. Jazz para dos. Quinteto Diamont.
11. Combinando. Quinteto Diamont.
12. Flauta “blue”. Quinteto Diamont.
13. A.B.V. Zaldi.
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